Era 1861, cuando la Reforma eliminó las instituciones religiosas, entonces desaparecieron los muros del Convento de Santo Domingo, el más importante en el corazón de la Ciudad de México. Su derrumbe inició el trazo de una calle, la más nueva de la ciudad en aquella época: Leandro Valle. Sobre esa calle quedó un recuerdo de la orden de los dominicos, la Iglesia de Santo Domingo, del siglo XVIII, hecha de tezontle y cantera rosa.
La Iglesia de Santo Domingo es un templo barroco del siglo XVIII y es todo lo que queda de lo que fue el importante convento de la Orden de Santo Domingo, en la Ciudad de México. Muros del s.XVIII, Óleos y pinturas de la historia consecuente simbolismo del barroco Iglesia Católica.
De estilo neoclásico, hecho por Manuel Tolsá.
En forma de herradura, con tribunas que se extienden hacia la nave.
La obra de Cristóbal de Villalpando, La lactación de Santo Domingo, en la sacristía.
