Hoy en día es poco conocido, pero San Felipe de Jesús es también el santo patrón de la Ciudad de México. Fue uno de los 26 mártires de Japón. Bautizado como Felipe de las Casas, nació en la Ciudad de México en 1572. Felipe se había unido a los franciscanos reformados, pero eventualmente abandonó la orden. Se fue a Filipinas y lo disfrutó mientras seguía una carrera mercantil. Más tarde se volvió a unir a los franciscanos, pero no había obispo en Manila para ordenarlo.
Por ser el Templo Expiatorio Nacional de la República, es un centro de profunda espiritualidad eucarística y lugar de peregrinación y referencia para la Iglesia mexicana. Se caracteriza por la adoración al Santísimo las 24 horas del día, todo el año, por sus numerosas eucaristías y por la atención en el confesionario. También es lugar de peregrinación por encontrarse en el Templo los restos mortales del Venerable Félix de Jesús Rougier, MSpS, fundador de nuestra Congregación.
La fachada advierte la planta basilical de tres naves.
Al interior la planta es basilical con la nave principal de mayores dimensiones que las laterales.
Cuenta con arcos formeros que se coronan por seis ventanas superiores laterales
